A menudo leemos y oímos que las horas de sueño son absolutamente necesarias e importantes para nuestra piel. Pero, ¿Qué ocurre realmente durante esas horas en el órgano más grande de nuestro cuerpo? ¿Cómo se relaciona el sueño con el cuidado de nuestra piel y cómo podemos ayudarla a realizar sus importantes funciones mientras dormimos?
Las horas de sueño son aquellas durante las cuales nuestra piel descansa, sin recibir los efectos nocivos de la radiación solar y la contaminación ambiental. Durante estas horas, se activan los mecanismos de reparación de la piel, para que con la valiosa ayuda de nuestro sistema inmunológico, puedan arreglar el daño celular que se ha producido durante el día, debido a la acción de la radiación UV y los radicales libres. Es, por tanto, especialmente importante respetar las horas de sueño necesarias para la piel, pero también para la salud en general. Se recomiendan 6-8 horas de sueño nocturno para los adultos y 8-10 horas para los niños, de forma que proporcionemos a nuestra piel el tiempo suficiente para poder activar sus mecanismos de reparación y renovarse en profundidad.
Además, durante las horas que dormimos, disminuye la circulación de las hormonas del estrés en el organismo, al tiempo que aumentan los niveles de las hormonas del crecimiento, con lo que la piel activa los mecanismos de producción de nuevas células y renueva el tejido colágeno, absolutamente necesario para la firmeza, la textura lisa y el aspecto sano y joven de la piel.
Además, muchos productos para el cuidado de la piel que tienen propiedades beneficiosas y antienvejecimiento para nuestra piel, como el retinol y la vitamina C. Estos pueden actuar mucho mejor por la noche, ya que la estabilidad de sus moléculas y, por extensión, su capacidad de acción no se ven afectadas por la luz solar, mientras que, al mismo tiempo, la falta de radiación UV reduce significativamente la posibilidad de irritaciones cutáneas derivadas de su aplicación.
Sin embargo, cabe señalar que durante el sueño la temperatura de nuestra piel suele aumentar y la producción de sebo disminuye. Esto, si no se trata con el uso de productos adecuados para el cuidado de la piel, puede provocar un aumento de la pérdida transdérmica de agua, lo que se traduce en una reducción de los niveles de hidratación de las células cutáneas y, a menudo, en deshidratación de la piel.
La correcta preparación de la piel antes de dormir
Para preparar aún mejor nuestra piel, de modo que puedas aprovechar todos los beneficios de una buena noche de sueño, es importante haber eliminado con un producto limpiador especial todos los restos de sebo, polvo atmosférico y maquillaje.
Los productos ideales para el cuidado nocturno de la piel
Además, las horas de sueño nocturno, cuando disminuye la producción de sebo de la piel y aumenta la pérdida transdérmica de agua, es el momento adecuado para utilizar productos profundamente hidratantes y antienvejecimiento, así como sérums reafirmantes y tonificantes antioxidantes especializados. Elegimos productos que contienen péptidos nutritivos para la piel, vitamina C antioxidante, ácido hialurónico y pantenol, que aportan luminosidad e hidratación profunda, pero también retinol, que tiene potentes propiedades antienvejecimiento. Estos valiosos ingredientes pueden actuar estimulando y ayudando en los mecanismos de reparación de los daños cutáneos que se ponen en funcionamiento durante la noche.
Cuidado de la piel: Elegir la ropa de cama adecuada juega un papel importante
Además, para conseguir todos los valiosos beneficios de un buen sueño, no debemos olvidar la importancia de la calidad de la ropa de cama con la que nuestra piel entra en contacto a lo largo de la noche. Los tejidos fabricados con materiales naturales, como el algodón orgánico puro, permiten que nuestra piel respire mejor y realice más fácilmente las funciones de renovación celular asociadas al sueño, mientras que su uso también reduce la posibilidad de dermatitis alérgica de contacto, que puede ser causada por el uso de tejidos sintéticos.
La importancia de elegir las prendas blancas adecuadas para la piel de los niños
Esto es especialmente importante para nuestros pequeños, ya que la piel de los niños es más fina, con una barrera cutánea mucho más sensible y frágil, lo que hace que la piel de los niños sea más propensa a irritaciones y reacciones de tipo alérgico. Por eso es muy importante elegir tejidos y ropa de cama de algodón orgánico natural y evitar las fibras sintéticas, para que la piel de los niños permanezca protegida y segura durante todas las horas de sueño.
El sueño nocturno, por tanto, es nuestro valioso aliado para la salud de la piel y, por esta razón, no debe saltarse, ya que ofrece descanso y rejuvenecimiento a la estructura y función de las células cutáneas.
Debemos recordar que, mientras dormimos, damos a nuestra piel la oportunidad de curar los daños de la batalla diaria con los factores ambientales nocivos y de renovarse en su conjunto.
Merece la pena dedicarse este tiempo ¡Cada noche!
Dra. Corina Jima