Es bien sabido que la dieta y el sueño afectan significativamente a la salud mental y física. Sin embargo, su compleja relación e interacción no siempre se comprenden del todo.
Muchos alimentos afectan a la calidad del sueño y la elección de un determinado alimento o bebida puede facilitar o dificultar el sueño nocturno. Una regla general es seguir una dieta equilibrada que incluya una cantidad significativa de frutas y verduras, ya que estos alimentos aportan las dosis necesarias de vitaminas y otros nutrientes que necesitas cada día. Esto hará que mejores tu sueño.
¿Cómo sabotea la dieta tu descanso?
Según las investigaciones disponibles, la ingesta adecuada de nutrientes a través de la dieta desempeña un papel importante en el sueño. Por ejemplo, la falta de nutrientes como calcio, magnesio, zinc, hierro y vitaminas A, C, D, E y K se ha relacionado con trastornos del sueño.
Además, una comida rica en hidratos de carbono simples, y por tanto, con un índice glucémico elevado, puede afectar a los niveles de energía y a la calidad del sueño. El consumo excesivo de hidratos de carbono se asocia a interrupciones del sueño, pero también a una reducción de la duración de las fases más profundas y reparadoras del sueño.
Otro "culpable" frecuente del descanso deficiente es el alcohol. Las investigaciones han demostrado que beber alcohol por la noche ayuda a conciliar el sueño más rápidamente, sin embargo, un poco más tarde, cuando el efecto del alcohol desaparece, provoca interrupciones del sueño, especialmente en sus fases más profundas. Al mismo tiempo, el alcohol puede empeorar los síntomas de la apnea del sueño en las personas que padecen este trastorno.
Otra causa que puede dificultar conciliar el sueño relacionada con la dieta es la acidez estomacal. Las personas propensas a la acidez estomacal deben evitar los alimentos fritos, las comidas ricas en grasas, los alimentos calientes y ácidos, el alcohol y los refrescos, especialmente por la noche. Al mismo tiempo, se recomienda cenar lo más temprano posible.
Alimentos para dormir bien
Por otro lado, hay ciertos nutrientes que se han relacionado con una mejor calidad del sueño.
Por ejemplo, las vitaminas del grupo B ayudan al organismo a regular los niveles de triptófano, un aminoácido que facilita el sueño y produce serotonina relajante. Los alimentos ricos en vitaminas B son las aves de corral, el salmón, el plátano y la patata. Otro componente que regula la serotonina es el cobre, que se encuentra en cereales integrales, legumbres, frutos secos, patatas y verduras de hoja oscura.
El calcio también actúa como sedante natural, relajando el sistema nervioso. Se encuentra principalmente en los productos lácteos, pero también en las semillas de chía y las almendras.
Nutrición y sueño: Relación para ¡Toda la vida!
¿Qué concluimos con todo esto? La dieta que te ayuda a mantener tu energía, tu salud física y tu claridad mental es la que también te ayudará a mejorar la calidad de tu sueño. Elige una dieta equilibrada y sin excesos, evita los alimentos precocinados y procesados, y verás como por la noche duermes mejor y por la mañana te levantas con ¡Más apetito y energía!
Smaragda Rizoudis